Southwestern Indiana's Catholic Community Newspaper
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Easter Greeting

By Bishop Charles C. Thompson
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Dear Sisters & Brothers in Christ:

 

Alleluia! “The stone rejected by the builders has become the cornerstone”(cf. Psalm 118).  Jesus Christ the Cornerstone has risen, indeed!

!Celebramos la resurrección del Señor Jesucristo! Given the fact that our new Holy Father, Pope Francis, hails from Latin America, it seems only proper that this Easter greeting include at least some hint of his native language, as well as that of our Latino brothers and sisters among us. 

Drawing on the saying that March “comes in like a lion and goes out like a lamb,” this year’s celebration of Easter Sunday on the last day of March might give special meaning to Jesus Christ as the Lamb of God. Jesus, both priest and lamb, allowed himself to become the very altar and sacrifice for our salvation. Daring to embrace the will of the Father to the very end, the Son now reigns at the right hand of the Father in the Kingdom of God. 

Having spent 40 days of Lenten prayer, fasting and almsgiving in preparation for the sacred Triduum celebrations of the passion, death and resurrection of Jesus Christ, we now rejoice in His victory over sin and death. By this one great act of redemption, He has freed us from the lasting effects of sinful pride and disobedience. The Risen Christ has broken the chains of evil that sought to bind us for all eternity in fear, guilt and shame. With Jesus Christ as our cornerstone, we need not live in the shadows of darkness. We have been set free from the slavery of sin. 

The significance of Easter is so incredible that it takes us 50 days, ten more days than our Lenten days of preparation, to pull out all the stops of rejoicing in this Good News of Salvation. I pray that this Easter Season may be rich in divine grace, peace, hope and joy for everyone throughout our diocese.  

El Señor ha resucitado. Aleluya. A El la Gloria y el poder por toda la eternidad.

 

 

Blessings in Christ,

Bishop Charles C. Thompson

 

 

SALUDO DE PASCUA

2013

 

 

 

Queridas hermanas y hermanos en Cristo:

 

¡Aleluya! "La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular" (cf. Salmo 118). Jesucristo la piedra angular ha resucitado, en efecto!

!Celebramos la resurrección del Señor Jesucristo! Teniendo en cuenta el hecho de que nuestro nuevo Santo Padre, el Papa Francisco, es de América Latina, parece apropiado que para este saludo de Pascua incluir por lo menos un poco de toque de su lengua materna, así como la de nuestros hermanos y hermanas latinos entre nosotros.

Usando el dicho que dice que marzo "viene como un león y se va como un cordero", este año la celebración del Domingo de Pascua en el último día de marzo podría tener un significado especial con Jesús Cristo como el Cordero de Dios. Jesús, el sacerdote y el cordero, quiso convertirse en el altar y el sacrificio por nuestra salvación. Atreviéndose a aceptar la voluntad del Padre hasta el fin, el Hijo ahora reina a la diestra del Padre en el Reino de Dios.

Después de haber pasado 40 días de oración de Cuaresma, ayunando y dando limosna como preparación para las celebraciones del Triduo sagrado de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, que ahora nos regocijamos en Su victoria sobre el pecado y la muerte. Con este acto de gran redención, Él nos ha librado de los efectos duraderos de orgullo pecaminoso y desobediencia. El Cristo Resucitado ha roto las cadenas del mal que pretendían unirnos por toda la eternidad en el miedo, la culpa y la vergüenza. Con Cristo como nuestra piedra angular, no tenemos que vivir en las sombras de la oscuridad. Hemos sido liberados de la esclavitud del pecado.

El significado de la Pascua es tan increíble que nos toma 50 días, diez días más que los días de Cuaresma de preparación, para sacar todas las señales de regocijo en la Buena Nueva de la Salvación. Rezo para que este tiempo de Pascua pueden ser ricos en la gracia divina, la paz, la esperanza y la alegría para todo el mundo a lo largo y ancho de toda nuestra diócesis.

El Señor ha resucitado. Aleluya. A El la Gloria y el poder por toda la eternidad.

 

Bendiciones en Cristo,

 

Obispo Charles C. Thompson