Bishop Charles C. Thompson's Christmas Message
Dear Sisters & Brothers in Christ:
In the words of Tiny Tim, of Christmas Story fame, “May God bless us, each and every one!” Of all the gifts that we might give or receive, there is no greater gift than the grace of divine presence and grace in our lives. Shortly after his election, Pope Francis exhorted us to have the courage to be merciful and gentle. In such a way, we offer ourselves as a blessing to one another.
While Christmas is a time of joy and excitement for many, it is an occasion of intense loneliness and sadness for others. Let us be attentive to the needs of those around us. May we take no challenge or opportunity for granted as an occasion to bless and/or be blessed by the lives of family, friends, co-workers, classmates, neighbors, strangers and even those we find difficult to love. In Jesus Christ, salvation is offered to “each and every one.” Thus, in Him, we are bound together as one family of God. There can be no lasting strangers or enemies among those who dare to celebrate the incarnation of God taking on our human nature by becoming one like us in all things but sin.
May we live and celebrate this Christmas Season in such a way that the “Christmas spirit” may remain with us into and throughout the upcoming year. May we have the courage to seek to share in the bountiful blessings of healing, reconciliation, encouragement and understanding. May the divine virtuous gifts of faith, hope and love fill the hearts, lives and relationships of “each and every one!”
Blessed Christmas & New Year!
Charles C. Thompson
Most Reverend Charles C. Thompson
Bishop of Evansville
Mensaje de Navidad 2013
Queridas hermanas y hermanos en Cristo:
En las palabras del pequeño Tim en la afamada Historia de Navidad, "¡Que Dios nos bendiga a todos y cada uno de nosotros!" De todos los regalos que podamos dar o recibir, no hay mayor regalo que la gracia de la presencia divina y de la gracia en nuestras vidas. Poco después de su elección, el Papa Francisco nos exhortó a tener la valentía de ser misericordiosos y generosos. De tal manera, nos ofrecemos como una bendición el uno al otro.
Mientras que la Navidad es una época de alegría y de emoción para muchos, es una ocasión de intensa soledad y tristeza para otros. Estemos atentos a las necesidades de quienes nos rodean. No podemos dar por hecho que cualquier desafío u oportunidad es una ocasión para bendecir y / o ser bendecido por la vida de la familia, amigos, compañeros de trabajo, compañeros de clase, vecinos, desconocidos e incluso de los que encontramos difícil amar. En Jesucristo, la salvación se ofrece a "todos y cada uno." Por lo tanto, en Él, estamos unidos como una sola familia de Dios. No puede haber extraños que perduren o enemigos entre los que se atreven a celebrar la encarnación de Dios asumiendo nuestra naturaleza humana, convirtiéndose en uno como nosotros en todo, menos en el pecado.
Que podamos vivir y celebrar esta temporada de Navidad de una manera tal que el "espíritu de la Navidad" pueda permanecer con nosotros a lo largo del próximo año. Que tengamos la valentía de tratar de compartir las bendiciones abundantes de la sanación, la reconciliación, el estímulo y la comprensión. Que los dones divinos virtuosos de la fe, la esperanza y el amor llenen los corazones, las vidas y las relaciones de "¡todos y cada uno de nosotros!"
Bendita Navidad y Año Nuevo
Charles C. Thompson
Reverendísimo Charles C. Thompson
Obispo de Evansville
