Mensaje Del Obispo A Los Graduados: 'Ver, Juzgar Y Actuar'
Hoy cierran un capítulo de su vida y comienzan uno nuevo. La vida se compone de eventos que suceden tales como graduaciones, avances, certificaciones y promociones. La graduación es una realización digna, digna de celebrar. Uno no llega aquí por sí mismo. Cada uno llevará consigo una cierta cantidad de conocimientos, recuerdos, experiencias, esperanzas y sueños. Ustedes son productos de formación y educación católica. Quizás en diversos grados, sus vidas han sido moldeadas por la enseñanza católica. Si ustedes han adoptado esto o no, la enseñanza, se ha hecho consciente de la creencia católica en la misión, que la Iglesia les ha confiado a todos sus miembros, por Jesucristo. En el centro de la creencia católica están los siete principios de la enseñanza Social Católica. Estos incluyen (1) el respeto a la vida y la dignidad de los seres humanos; (2) el ser llamado a la familia, la comunidad y la participación en la sociedad; (3) los derechos fundamentales Y las responsabilidades que todos tenemos entre nosotros; (4) la opción de preocuparse por los pobres y vulnerable; (5) la dignidad del trabajo y los derechos de los trabajadores; (6) la solidaridad de la familia humana en la búsqueda de la justicia y la paz; Y (7) cuidar la creación de Dios como regalo.
A la luz de estos 7 principios claves, quiero animarlos a que consideren un
camino de entrar en el próximo capítulo de su vida. De hecho, es una manera de viajar a través de cada capítulo de la vida. Ese "sendero" se resume en las palabras; ver, juzgar y actuar. En primer lugar, es importante "ver claramente la situación". Esto se hace a través de la oración, el estudio, la reflexión y el diálogo. Implica la búsqueda de la verdad auténtica, basada en hechos reales más que solamente emoción o sentimientos. El segundo paso, "juzgar", requiere que usted se dé cuenta de sus valores fundamentales como persona de fe. Es importante identificar sus creencias, principios y motivos para tomar decisiones sobre la vida, las relaciones, el trabajo, los demás y la vida en la fe. En tercer lugar, pueden ustedes tener el coraje, la humildad y la generosidad para "actuar" en lo que ven y juzgan que es correcto y justo. Estar especialmente atentos a la difícil situación de aquellos que luchan con la soledad, la pobreza, el maltrato, la persecución, el rechazo y cualquier forma de injusticia.
Ustedes han sido bendecidos con una tremenda formación y educación. Mucho han sacrificado sus padres; administradores escolares, profesores y personal; sacerdotes y personal parroquial; tal vez incluso los abuelos y los donantes anónimos - para que pudiera llegar este día en sus vidas. ¿Qué harás con tal bendición? ¿Cómo podrán los demás la familia, la sociedad, la comunidad de fe y el mundo- beneficiarse de esta bendición? A medida que avancen hacia otros capítulos de la vida, tengan la seguridad del amor de Dios y nuestras oraciones por ustedes. Atrévanse a creer en ustedes mismos, en lo que les ha sido proporcionado por su familia, escuela y comunidad de fe, y, sobre todo, la gracia divina que trabaja en ustedes y por medio de ustedes. Así como ustedes han sido bendecidos abundantemente, así ustedes pueden bendecir abundantemente.
