Mirando Hacia Atrás En Un Comienzo Lleno De Acontecimientos

Cuando estaba pensando en el tema de mi primer artículo en el Message, pensé que no era necesario que me presentara, ya que esto se hizo de manera exhaustiva en este periódico en las publicaciones anteriores a mi Instalación. Estoy agradecido a Tim Lilley y a todo el personal de Message por la maravillosa cobertura de esos eventos, así como por el maravilloso trabajo que hacen reportando sobre la vida y las actividades de la diócesis. Sus esfuerzos con este periódico sirven para unificar a las personas de los 12 condados que conforman nuestra familia diocesana mientras estamos informados sobre lo que está sucediendo en nuestras parroquias, escuelas e instituciones, así como en la Iglesia y el mundo en general. Como obispo, también sirvo como editor del Message y espero escribir ocasionalmente una columna ofreciendo mis pensamientos como pastor de esta parte del suroeste de Indiana.

Para cuando se publique esta edición, habré completado seis semanas de servicio como su Obispo. Mirando hacia atrás en mi calendario, me doy cuenta de que ha sido un período lleno de acontecimientos, aunque a veces extremoso.  Me gustaría compartir algunas de mis experiencias e impresiones de mis primeras semanas en la diócesis cuando comencé a aprender sobre esta Iglesia local y mi nuevo papel como Obispo diocesano.

Después de las hermosas liturgias y recepciones de Instalación, planificadas y organizadas por muchos sacerdotes, miembros del personal diocesano y voluntarios, pasamos directamente a las vacaciones de Navidad, durante las cuales tuve la alegría de celebrar mi primera Misa de Medianoche en la Catedral de San Benito, junto con nuestra Fiesta patronal diocesana de María, Madre de Dios el 1 de enero. A principios del nuevo año, el padre Bernie Etienne, Tim McGuire, Diane Keller del Steier Group y yo comenzamos una serie de reuniones en las  parroquias locales para la cuarta y última etapa de la campaña capital, Mayordomos de la gracia de Dios. He disfrutado conociendo a la gente de estas parroquias y me ha impresionado su generosa receptividad a la campaña, que ayudará a satisfacer las necesidades de nuestras parroquias y diócesis.

Tuve la oportunidad de reunirme para la oración y el compañerismo con nuestros sacerdotes en la Parroquia de San Bernardo en Snake Run, y más tarde celebré misa y almorcé con nuestros sacerdotes jubilados en la Casa de retiros de Sarto. Justo antes de Navidad, tuve la oportunidad de reunirme con nuestros seminaristas también. Estos encuentros me recordaron que tan bendita es nuestra diócesis de tener tan buenos sacerdotes y excelentes candidatos para las Sagradas Órdenes. El 21 de enero, por invitación de Archabbot Kurt, regresé a mi alma mater de San Meinrad para celebrar la misa por la fiesta de San Meinrad con los monjes y estudiantes.

Empecé a visitar a las parroquias para conferir el Sacramento de la Confirmación a nuestros estudiantes de secundaria. Como obispo, he encontrado que es un gran privilegio poder reunirme con estos jóvenes y otorgarles los Dones del Espíritu Santo. También me uní con  más de 200 de nuestros jóvenes en Washington DC, para la peregrinación anual por la vida, durante la cual marchamos con miles de personas de todo el país para rememorar el 45 aniversario de la infame decisión del Tribunal Supremo Roe vs. Wade de legalizar el aborto en nuestro país.

Junto con estos eventos han sido citas diarias en el Centro Católico, ya que me he reunido con miembros del personal diocesano para aprender sobre sus responsabilidades. Comencé a reunirme con los órganos consultivos de la diócesis, incluida la Junta de Personal del Clero, y me reuniré con el Consejo Sacerdotal y el Comité Diocesano de Finanzas en febrero. El próximo mes, también comenzaré mis visitas a nuestros cuatro decanatos, durante los cuales celebraré la misa y tendré la oportunidad de conocer al clero local y a los fieles laicos. También he disfrutado algunos encuentros más pequeños, como la bendición de un nuevo hogar de Hábitat para la Humanidad y el encuentro con funcionarios cívicos locales y empresarios.

Sí, han sido semanas llenas y a veces agitadas, sin embargo, la gran variedad de actividades me han ayudado a crecer en mi aprecio por nuestra diócesis, el amor por su gente y una mejor comprensión de cómo debo servir como su pastor. A medida que se desarrolla este proceso de orientación y aprendizaje, cada día me siento más como en casa. Sepan que ustedes y sus intenciones son recordadas en mis Misas diarias, y también pido sus oraciones.